Hola Gaby!
Veo que has escrito artículos en tu blog y que te gusta compartir tus reflexiones con la gente, hablarles sobre la empatía, el amor propio, el respeto y diversos temas que les sirva para crecer en lo personal. Hoy escribo esto para ti porque ¿Sabes? Eres muy importante, te mereces un artículo dedicado exclusivamente para ti y quiero que recibas esto el 14 de febrero.
Gaby ¿Cada cuando te permites ver los pequeños y grandes logros que tienes? Si volteamos para atrás a ver la película de tu vida, con lo primero que nos vamos a encontrar es con una bebé que llegó al mundo antes de tiempo y que tuvo que pasar dos meses en incubadora hasta que pudiera irse a casa con sus papás. Esa bebé tenía un propósito en su vida y sabes perfectamente cual es.
Sin entrar en detalles porque hoy no es el caso, sé que tu infancia y adolescencia no fueron fáciles y sin embargo, lograste pasar por esas etapas victoriosa, sin ser un problema, sin dañar a otros y lo más importante sin dañarte a ti. Recuerdo claramente que había días en los que (probablemente como muchos adolescentes) sentías que ya no podías más, siempre encontraste algo que te ayudara a levantar el ánimo y lo sigues haciendo. Cuando eras más joven siempre estabas rodeada de gente, tenías muchos amigos y siempre eras la que lideraba las reuniones, eventos o fiestas procurando que todos se sintieran bien.
Decidiste ser psicóloga y aunque durante un tiempo sé que te preguntaste ¿Qué demonios hago aquí? Siempre supiste que estabas ahí porque era parte de tu esencia y de tu propósito de vida: Ayudar a los demás.
Siempre estabas escribiéndole a los demás cartas o recados que alegraran su día, ponías atención a lo que les gustaba para preparar algo especial.
Durante un tiempo sé que sentiste que eras débil, que no podías plantarte firme ni delimitar tu espacio, pero nunca ha faltado quien te hiciera ver las grandes agallas que tienes y que incluso por eso te llamaran: Erin Brockovich.
¿Recuerdas cuantas veces te han roto el corazón con pensamientos y actitudes? Me enorgullece ver que a pesar de los golpes, nunca blindaste ni cerraste tu corazón, simplemente aprendiste a protegerlo y a ser más cautelosa al decidir quien si y quien no merecía estar ahí.
Quiero que sepas Gaby que lo estás haciendo bien, que admiro que estés en constante aprendizaje, en constante introspección para mejorar, no para martirizarte. Sigues estando rodeada de gente, aunque has quitado toxicidad a tu vida (pensamientos y personas) , has dado paso a lo que debe ser y lo que debe estar, sigues siendo igual de platicadora, te sigues preocupando por los demás y a tu manera, sigues siendo detallista. Admiro que poco a poco has integrado a tu vida a la congruencia, esa que te hace decidir por ti.
Sé que continuamente vienen pensamientos como: Podría estar haciendo más, podría ser mejor mamá, debería esforzarme más, podría estar mejor, ojalá pudiera hacer...
No te dejes engañar por todo esto, aférrate a ti, a quien eres, a lo que necesitas y a lo que quieres lograr.
Eres muy fuerte y sé que podrás alcanzar esos sueños que están rondando tu cabeza, sigue enfocándote y saca el máximo provecho a todo. Dale la vuelta a la tortilla a todo porque si no se te quema.
No dejes de escribir ni aquí, ni en tus libretas, tampoco tus borradores de capítulos (esos que con tono burlón dices que jamás saldrán a la luz). Recuerda que la escritura te ha acompañado durante toda tu vida y que en ella siempre encuentras respuestas.
Gracias por cada momento en el que estamos en calma.
Gaby
Esta carta es una colaboración que hicimos un grupo de mamás blogueras de Monterrey, intentando promover que el amor comienza por uno mismo.
Con este ejercicio, pretendemos invitarte a que tu también te redactes una carta, que plasmes en letras todo aquello que valoras, que reconoces en ti, que te permitas sanar y encontrar paz en todo aquello que hoy te exiges.
Te invito a leer las cartas de mis amigas:
Mamita y maestra: https://www.instagram.com/p/Bt1Yb4oAP-P
Abrazo mamita: https://www.facebook.com/abrazomamita/posts/615083992276112