Octubre se pinta de rosa para apoyar a la concientización sobre el cáncer de mama y aunque el día mundial se celebra el 19 de octubre, no quiero dejar pasar más días para hablar sobre este tema.
Como les he contado en este momento estoy viviendo el cáncer muy de cerca con Karla mi amiga y al involucrarme en algunas cuestiones, me ha ayudado a aprender aún más.
Sin embargo el cáncer de mama no es nuevo para mi, ya que hace 14 años lo vivimos también muy de cerca con mi suegra. Así que puedo decirles que desde entonces me hice consciente de la responsabilidad que tengo de revisar mi cuerpo y acudir a los chequeos.
Quiero platicarte que el cáncer se presenta de distintas formas y hablaré sobre algunos casos cercanos.
Pilar acudió a su revisión y por alguna razón no le hicieron el eco mamario solo la mamografía. Al siguiente año detectaron la presencia de un tumor e inmediatamente programaron la cirugía, extrajeron el seno e inició el tratamiento de quimioterapias durante 6 meses. Esto fue hace 14 años y desde hace 9 está en remisión. Los que conocemos a Pilar sabemos que su fe y su familia es lo que la mantuvo a flote para salir victoriosa.
A Karla el año pasado le detectaron un tejido en una de las mamas y le pidieron monitorear a los 6 meses. Acudió puntualmente y la sorpresa fue que el nódulo de esa mama seguía igual sin embargo en el otro pecho se detectaba algo. Retiraron el tumor conservando el seno y comenzó el tratamiento de 4 quimioterapias para después continuar con radiación. Su actitud es la que nos deja un aprendizaje todos los días.
A Erika, la hermana de una amiga muy querida, batallaron en encontrárselo ya que ella le supuraba una gotita al día de uno de sus pechos y en las revisiones de ecografía, mamografía y estudios de contraste no se detectaba nada. Sin embargo ella continuó acudiendo con especialistas y encontraron el cáncer dentro del conducto de la leche. Del momento en el que se lo detectaron al momento que la operaron su cáncer avanzó rápidamente. Se sometió a quimioterapias y radiaciones. Hoy es una fuente de inspiración para todos los que la conocemos y es una demostración de fe y de entrega total.
Si Erika se hubiera conformado con los diagnósticos que le daban, el cáncer la hubiera invadido. Por eso es muy importante que si detectamos algo inusual, vayamos hasta el fondo para asegurarnos de que el diagnóstico es correcto.
Como ya lo mencioné en mis redes hay fundaciones que brindan apoyo físico, psicológico, médico, emocional o en especie a mujeres que fueron diagnosticadas con esta enfermedad. Mi intención es que apoyemos de alguna forma para que éstas puedan continuar con su misión.
El apoyo no necesariamente tiene que ser un donativo económico, puedes asistir a lo diferentes eventos que organizan para recaudar fondos o donar tu tiempo como voluntaria.
Aquí te comparto solo algunas de ellas:
Cuando estas viviendo un proceso así es importante que te rodees de gente que comprenda lo que estás viviendo. Lo que menos necesita una persona con cáncer son comentarios negativos pero tampoco queramos esparcir la dicha y la felicidad y esperar que sean unas campanitas todos los días. La persona tendrá días buenos, no tan buenos y malos y solo esa persona sabrá el momento en el que se permitirá descansar, llorar, enojarse o levantarse y vestirse con su mejor sonrisa. Seamos empáticos, escuchemos y abracemos mucho.
Así que con esto me despido invitando a todas las mujeres a revisarse continuamente, a buscar ayuda si es necesario, a inculcar en nuestras niñas desde pequeñas la importancia de la autoexploración, de la detección temprana y del impacto que tiene nuestra ayuda para las asociaciones. Más abajo les comparto un video con información importante sobre la exploración mamaria.
Gracias Pilar, Erika y Karla por compartir sus testimonios y por demostrar que la fe y la actitud son indispensables en el proceso de sanación.
Elizabeth te llevo siempre en mi corazón.
Gaby