Hoy después de mucho por fin sé quien soy y como soy.
Si me pides cambiar algo que sospecho me hará bien,
tomaré amablemente tu consejo, pensaré si me favorece tu
sugerencia, me invita a crecer y ser una mejor persona.
Pero si me pides cambiar algo para convertirme en alguien
más, alguien que no soy, si me pides cambiar algo que crees te
funcionará a ti o deseas que cambie algo que he trabajado
demasiado, que hasta hace poco titubeaba y que me ha
costado con creces creerme... lo siento pero no lo haré.
Hoy estoy convencida de quien soy, de lo que me gusta, lo
que disfruto, lo que me apasiona y me llena de vida.
Hoy no cumpliré tu expectativa ni tu ideal, porque hoy me
abrazo, me conozco, me respeto y por eso dejo atrás el
saboreamiento interno porque después de algunos
cuantos tropiezos, hoy soy quien quiero.