“Entre mujeres podemos despedazarnos pero jamás nos haremos daño” .
¿Recuerdan esta frase que salía en el comercial de una obra de teatro llamada “Entre mujeres” en la época de los 80’s?. Hoy me acordé de ella y dejó pensando.
Dice despedazarnos sin hacernos daño; ¿Eso significa que el daño lo haríamos solo “por encmita” o que el despedazar sería solo en sentido figurado sin dejar evidencia física?
Yo creo que entre mujeres somos capaces de todo, desde crear una tribu con bases sólidas y lazos inquebrantables hasta de hundirnos... y las dos caras las he visto y las he vivido.
Te cuento, aunque no creo ser la única que ha pasado por esto, pero me he visto envuelta en chismes o malos entendidos creados por alguna mujer cercana a mi, de esas que creía que eran mi tribu. He visto a mujeres hacer comentarios tan ruines de otras mujeres solo por el gusto o el afán de sobresalir y que la otra no prospere. He visto a mujeres envidiar la vida de otras al grado de desear todo mal y si posible, contribuir para que nada bueno suceda. En el mundo pasan a diario un sinfín de cosas que nos enteramos por medio de noticieros o redes sociales y me duele mucho leer cuando se le culpa por haber salido a esa hora o vestida de esa forma, por haber estado en un bar con amigos en vez de en su casa, por haber estado trabajando en vez de estar en casa con sus hijos o simplemente por decidir así de buenas a primeras que ella se lo buscó.
¿Por qué entre nosotras podemos despedazarnos? Y sí hace daño, sobre todo psicológico.
Hoy quiero quedarme con todos esos aprendizajes los cuales me han servido para ser más cautelosa y no tan confiada, pero también prefiero quedarme con la imagen de mujeres creando tribu, porque si se puede y tiene muchos beneficios.
Cuando escribo tribu, recuerdo las tribus reales en las que las mujeres no solo son el engrane principal de su familia, son el soporte de la comunidad porque entre ellas se apoyan, educan de la misma forma, con las mismas creencias y convicciones, por lo cual todas son una extensión de mamá para los hijos, realizan actividades en conjunto y enseñan y aprenden unas de otras.
Me gustaría vivir en un mundo así de empático y colaborativo. Se que hoy en día cada quien educa a su manera, tiene sus propias creencias y estilos y es muy válido. Justo por eso deberíamos de ser cada vez más empáticas y fomentar un mundo en el que todas nos demos la mano y nos impulsemos y ¿sabes qué? Si tú y yo lo hacemos, cada vez seremos más las que tomadas de la mano avancemos empoderadas, decididas, porque aunque digamos que no, duele más la crítica destructiva proveniente de una de nosotras y pesa más la porra o el aliento proveniente de una mujer.
Te invito a abrazar, escuchar, apoyar, impulsar a las mujeres que te rodean y con esto, estoy segura que veremos maravillosos cambios en el mundo en un par de años.
Si, entre mujeres podemos empoderarnos, y si también podemos sanar nuestro entorno.
¡Feliz día hermosas!
Gaby